[vc_row content_width=»full» equal_height=»» background_type=»transparent» shift_y=»0″ z_index=»0″][vc_column][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_gallery img_size=»600×600″ slides_per_view=»3″ hover_effect=»opacity» css_animation_each=»true» images=»51269,51270,51272″ css_animation=»zoom-in»][vc_custom_heading text=»Por qué escuchar un vinilo?» font_size=»24″ text_align=»left» font_weight=»700″][vc_column_text]Un vinilo es una huella de identidad. La mayoría de las personas  no escuchan vinilos cotidianamente, es una elección que hacemos por una herencia musical que nos inunda la mente, escuchamos vinilos porque necesitamos ESCUCHAR. El vinilo impone una escucha activa, no es un formato que puede sonar de fondo, algo que ignoremos como puede ser una lista de Youtube.
Un vinilo presupone un tiempo de atención al mismo, antes durante y después de escucharlo.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]

“La música no son las notas sino lo que hay entre las notas, esto el cd no lo puede leer” [Jimi Hendrix]

[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_custom_heading text=»Empecemos desde el principio: Comprar un vinilo.» font_size=»36″ text_align=»left» font_weight=»700″][vc_column_text]Comprar un vinilo es un ritual, es un descubrimiento de texturas, diseños, sonidos y hasta personas.  Al acercarse a ellos nos encontramos con un universo nuevo, las portadas nos inundan con un clima que es difícil de explicar, cada una de ellas contienen una historia que podemos sostener en nuestras manos, no es una canción que bajas desde tu casa o escuchas en alguna página, es una historia, un sonido contenido que sostenes con tus propias manos. Crea un fetichismo. Comprar un vinilo es un paseo, es una tarea que reservamos el día para hacerlo, es un acto que implica averiguar dónde y cómo: ¿Compro solo uno? Si deseo hacer una colección… ¿Cómo la hago? ¿Por géneros? ¿Por artista?[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»Segundo paso: Escuchar el vinilo» font_size=»36″ text_align=»left» font_weight=»700″][vc_column_text]Preparamos la sala. Sí, es una sala, no lo escuchamos en el colectivo mientras pensamos en otras cosas, preparamos un lugar donde nos vamos a sentar a escuchar cada sonido que emite la aguja. Nos conectamos, tenemos un contacto material y real con el sonido, no es solo ruido, no es algo digital, es algo REAL. Escuchamos y nos zambullimos en la historia que nos narra el vinilo, hacemos una experiencia sonora única e irrepetible, cada vez que escuchemos el disco experimentaremos una nueva sensación, escucharemos un sonido que nos transporta a una persona, un sentimiento o un lugar, nos lleva quizás a algo que pensábamos que no estaba.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»Tercer paso: Obsesionarse con el objeto.» font_size=»36″ text_align=»left» font_weight=»700″][vc_column_text]Es muy común que las personas que escuchan música en un formato digital se obsesionen con los vinilos apenas obtengan su primer ejemplar. No es solo el sonido que es claramente mejor, sino la relación que implica tener un vinilo, se crea un lazo con el objeto, se lo atesora y se lo cuida por su contenido y por las sensaciones que nos provoca.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row]